La ‘arena eólica’ demorará el AVE en Arabia Saudí

El desierto no solo tiene temperaturas extremas, de día y de noche, sino una fina arena que, transportada por el viento, puede convertirse en un elemento más que molesto a la hora de ejecutar una obra de ingeniería ferroviaria. El grupo de 12 compañías españolas, entre las que están Renfe y Adif, que se adjudicaron el concurso para construir el AVE de Medina a La Meca por 6.500 millones de euros han pecado de imprevisión y de inexperiencia y se han topado con la ‘arena eólica’.

Un documento interno del consorcio, que reproduce parcialmente Vozpópuli, señala la urgencia de “mitigar los efectos producidos por la arena eólica sobre la infraestructura”. Y reconoce que las innovaciones tecnológicas necesarias para acometer la obra en condiciones óptimas “aún no han sido abordadas por los fabricantes y administradores ferroviarios”.

En esta situación, el tren de alta velocidad entre las dos ciudades de los peregrinos de Arabia Saudí, bautizado como Haramain High Speed Railway, está abocado a cierta demora y a un encarecimiento de su coste. El texto mencionado enumera algunos de los puntos que deberán ser revisados para adaptarlos al entorno del desierto, como la “elasticidad y comportamiento mecánico del balasto”, “la abrasión y desgaste del carril”, el “sistema de detección del carril roto” y el “etiquetado legible desde el material rodante a velocidades superiores a300 kilómetros por hora”.

Nunca antes se había construido una línea férrea de alta velocidad en un lugar con las condiciones geológicas y climatológicas del desierto saudí. Los responsables del proyecto reconocen ya la falta de experiencia y la necesidad de reelaborar ciertas partes de la infraestructura para que, una vez en servicio, tenga las altas prestaciones esperadas.