En el ‘kit del peregrino’ que se entregó a cientos de miles de participantes en la Jornada Mundial de la Juventud católica que se celebró en Madrid en agosto de 2011 había, además de camisetas, mochilas, colonia, gafas de sol, alojamiento, comida y bebida, un Abono Turístico para el transporte durante los seis días que duró el evento. El caso es que, un año y casi nueve meses después, la organización, encarnada por la Iglesia, aún no ha pagado las cantidades pendientes por estos servicios, informa Vozpópuli.
La deuda, que asciende a unos 10 millones de euros, se contrajo con el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM), del que forman parte la compañía estatal Renfe, la EMT o Metro de Madrid. Esta entidad ofreció a los peregrinos en posesión del Abono Turístico un 80% de descuento para usar los trenes de Cercanías, el metro, el tranvía y los buses urbanos e interurbanos.
El mencionado digital asegura que tanto Renfe, como Metro como la EMT emitieron las facturas correspondientes, pero no consta que la Conferencia Episcopal las haya abonado, según han denunciado fuentes del CRTM que rechazan que los servicios sean gratuitos para la Iglesia por haberlos prestado compañías públicas.
Mal ejemplo dan si dan la fiesta y luego no la pagan.
...ni dios...ni patria...ni rey...solo el verde de los billetes...