Usted conoce muchas navieras de cruceros pero, en la realidad, sólo hay un puñado. Porque las dos grandes americanas Royal Caribbean y Carnival Corporation son las propietarias de la gran mayoría de las marcas que usted conoce. Norwegian –nada que ver con la aerolínea-- es la gran operadora totalmente europea.
Pues bien, Carnival, una de las dos grandes, propietaria a su vez de P&O Cruises, Costa Cruceros, Cunard, Princess Cruises y Holland America, ha lanzado una desesperada petición por 6 mil millones de dólares para poder sobrevivir a la crisis del coronavirus que ha afectado a las navieras con mucha más dureza que a cualquier otro negocio, incluso del turismo. Una parte de ese dinero serán bonos que se emitirán y otra parte créditos bancarios. Esta cuantía se suma a los tres mil millones que ha pedido ya a la banca.
Piensen en los daños: hay viajeros que estarán un mes en el barco, por supuesto sin coste adicional, porque no los dejan desembarcar; en algún barco han muerto varias personas, en otros se han detectado decenas de casos de Covid, lo que ha generado un caos operativo absoluto. No hablemos de las cancelaciones, naturalmente masivas.
Las acciones de Carnival, normalmente una empresa muy sólida, han caído un 75 por ciento desde el mes de febrero y se pagan ahora a 13 dólares.
El grupo ha suspendido todos sus cruceros, y no espera recuperar la normalidad hasta bien entrado el mes de mayo. La naviera a informado a la autoridad bursátil americana, afirmando que “el Covid 19 ha tenido y continua teniendo un efecto adverso en nuestra situación financiera y nuestras operaciones, lo cual afecta a nuestra capacidad de financiarnos, generando escasez de liquidez”.
Algunos buques de la compañía, como el Diamond Princess, en el que murieron varios pasajeros en cuarentena en Japón, protagonizaron sucesos de gran impacto mediático. En el Gran Princess también murieron pasajeros, así como en el Zaandam, Costa Luminosa, Ruby Princess, Costa Magica y Costa Favolosa se encontraron casos de infección, con un gran impacto para la compañía.
La naviera tiene en estos momentos 6.000 pasajeros navegando, que no puede desembarcar hasta dentro de unos treinta días porque ningún puerto los quiere recibir.
Dios tenga misericordia y los ayude . No debe ser fácil estar en la situación de ellos. Oremos por todos.