Madrid.31/07/2008.- Las grandes aerolíneas europeas empiezan a recoger los frutos de sus estrategias de reducción del consumo de combustible, lo que no sólo revierte en el medio ambiente, sino también en sus arcas. Así, según ha podido saber preferente.com, Lufthansa ha reducido la media de gasto de carburante a 4,32 litros por cada 100 kilómetros/pasajero. No en vano la actividad de la compañía germana ha aumentado desde 1991 un 232 por ciento, mientras que el consumo de combustible sólo lo ha hecho en un 121%, de manera que casi la mitad del incremento del tráfico aéreo del Grupo se ha conseguido sin perjudicar al medio ambiente.
En la actualidad Lufthansa consume aproximadamente un 30% menos de combustible que hace 17 años. La renovación de la flota ya en marcha, con un presupuesto de 14.000 millones de euros, ha contribuido notablemente a reducir estos consumos. A ello también ayudaría un control más eficaz del espacio europeo, que resulta un 75% más caro que el norteamericano mientras su actividad es un 45% menor, con lo que se podría reducir el consumo de combustible en un 12%.
La fragmentación del control del tráfico aéreo europeo supone miles de millones de euros en costes adicionales y alrededor de 10 millones más de toneladas de emisiones de CO2 cada año.
Por su parte, SAS sigue apostando por los sistemas que permiten ahorrar combustible gracias a una mayor comunicación entre el piloto y los equipos de tierra. Así, gracias al conocimiento exhaustivo de la climatología para evitar las condiciones que puedan retrasar el vuelo, la compañía da un nuevo salto con el que consigue ahorrar toneladas de combustible cada mes.
El departamento especializado analiza cada día unos 150 vuelos de corta distancia para optimizar sus rutas y altitudes en función del viento y otros factores meteorológicos, consiguiendo con ello reducir importantes cantidades de combustible. Son los llamados ‘vuelos verdes’.
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