La idea un tanto alocada de volar en avión a ningún lugar y regresar al aeropuerto de salida se está convirtiendo en una moda en incontables aerolíneas, especialmente en Extremo Oriente. Y ahora, este seis de noviembre, partirá el primer crucero a ningún lugar, que regresará al mismo puerto de salida, días después.
Hay algunas diferencias, lógicamente, porque un crucero es una ciudad con todos los entretenimientos a bordo. Sin embargo, no habrá escalas. La razón de estos cruceros, más que apelas a la novedad de no ir a ningún lado, es evitar parar en puertos de destinos inseguros.
El primero de estos cruceros se lanzará en esa fecha desde el puerto de Singapur, cuya autoridad turística hizo el anuncio. La naviera es Genting Cruise Lines y el barco será el World Dream.
Pero la cosa va a más. En diciembre, partirá el Quantum of the Seas, de la Royal Caribbean.
Hay algunas diferencias con un crucero normal. Las autoridades de Singapur sólo permiten el cincuenta por ciento del aforo, lo que aumenta las garantías. Los pasajeros han de usar mascarillas en todo momento y la naviera ha de aumentar la limpieza. Los sistemas de aire acondicionado bombearán aire limpio. Todos los tripulantes no locales –ya se sabe que las navieras reclutan de todo el mundo—deberá pasar catorce días de cuarentena antes de partir.
Las autoridades de Singapur esperan de esta manera que se inicie una paulatina recuperación de la normalidad.
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