Buenos Aires. 16/7/08.- Lo que el grupo español Marsans, dueño de Aerolíneas Argentinas y Austral, piensa de la crisis de ambas empresas lo ha dejado bastante claro ante la Justicia argentina: que el Gobierno demoró los aumentos de tarifas y el subsidio al combustible más allá de lo prometido, que los gremios se sumaron en una suerte de complot y que, por eso, la compañía terminó como está, con una deuda superior a los 800 millones de dólares.
Estas fueron las acusaciones más contundentes que el grupo español realizó ante el juez Jorge Sicoli, a cargo del concurso de Aerolíneas en el juzgado Nº 15 de Buenos Aires. El encargado de transmitir el mensaje fue Horacio Fargosi, presidente de Aerolíneas y vicepresidente de Interinvest, empresa que controla las dos empresas aéreas. Según recoge el diario argentino La Nación, entre los asistentes estaba el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y representantes sindicales. Ante la prensa, Jaime defendió su gestión: dijo que, si no hubiera sido por el Gobierno, no se habrían pagado los salarios en los últimos meses.
Marsans ya tiene decidido desprenderse de ambas empresas y así se lo dijo al Gobierno. Lo que se negocia ahora es el valor que tendrán las acciones que se transfieran al Estado. Al contrario de lo que esperaba el Gobierno, el juez no designó ayer un interventor. Tanto es el apuro, que desde los gremios se hablaba el viernes pasado de nombres de posibles interventores. Marsans dice estar dispuesto a resistir la intervención.
"¿Me va a intervenir la empresa porque nos atrasamos cinco días con los sueldos? Va tener que intervenir unas cuantas", le señaló Fargosi al juez. El juez preguntó si era cierto que los pilotos de Aerolíneas volaban con poco descanso. Fargosi se defendió con un ejemplo de Lufthansa: los pilotos de la aerolínea alemana, dijo, vuelan un 50% más de horas.
La cuestión de la deuda volvió a ser tema de discusión. En un comunicado, Aerolíneas reconoció una deuda de 890 millones de dólares, pero agregó que parte del pasivo estaba respaldado por activos. Según la empresa, la deuda exigible al 30 de junio pasado es de 220 millones. El resto se divide así: deudas bancarias: 112 millones de dólares, que representan un 12 por ciento del total del pasivo, "cifra muy por debajo del ratio normal de endeudamiento bancario argentino e internacional"; por compra de aviones: 126 millones, cuyas obligaciones de pago "son a largo plazo".; sobre deudas no dinerarias figuran 145 millones correspondientes a obligaciones por pasajes pendientes de uso; en cuanto a "contingencias por juicios y otras previsiones", el monto alcanza los 147 millones de dólares, "obligación que no necesariamente deberá cancelarse en los próximos meses/años"; el pasivo, continuó, está integrado por 13 millones correspondientes a remuneraciones de mayo pasado, que fueron abonadas en los plazos legales, "incluyendo un adelanto a cuenta de futuros aumentos aun sin tener cerradas las negociaciones salariales".
Marsans culpa al Estado argentino de la deuda de Aerolíneas
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