El número de víctimas mortales causadas por la aviación durante el año 2021 ha sido de apenas 134, uno de los más bajos de la historia, resultado de quince accidentes fatales. Esta cifra es la mitad de la del año anterior.
Como suele ocurrir con estos datos, hay que analizar con detalle para entender mejor las cifras, que pueden ser muy variadas.
Si nos referimos a aviación comercial, o sea los vuelos regulares de aviones convencionales, sólo ha habido dos siniestros importantes, uno protagonizado por un avión indonesio y el otro por uno ruso.
Sin embargo, si hablamos de aviación en general, las cosas son más complicadas porque, efectivamente, ha habido muchos accidentes con víctimas mortales. Sólo en Rusia, conocida por la inseguridad de sus operaciones aéreas, hubo 110 fallecidos como consecuencia de 25 siniestros que afectaron a avionetas y helicópteros, en general en las mismas zonas del país.
Desgraciadamente, apenas ha habido dos siniestros menos en Rusia respecto del año anterior.
El accidente más grave del año tuvo lugar el 9 de enero cuando un Boeing 737 se estrelló en el aeropuerto de Yakarta, causando la muerte de 62 personas. A partir de ahí, los demás accidentes, si bien en algunos casos tienen lugar en aviones alquilados, no responden al patrón habitual de aviación comercial convencional ni tampoco ninguno tiene lugar en aparatos habitualmente empleados de forma masiva. El segundo siniestro es de un avión Antonov de la Kamchatka Aviation Enterprise, en el aeropuerto de Palana, causando la pérdida de 28 vidas.
El resto son accidentes mortales en aviones pequeños, en vuelos alquilados o en algunas líneas regulares atípicas.
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