El Reino Unido congelará los activos de los principales bancos rusos, incluido el estatal VTB; legislará para impedir a las empresas rusas acceder a financiación, y vetará a la aerolínea Aeroflot como parte del «mayor y más severo paquete de sanciones que Rusia haya visto jamás», afirmó el primer ministro, Boris Johnson.
«Estas sanciones comerciales limitarán las capacidades tecnológicas e industriales militares de Rusia en los próximos años», mantuvo. El dirigente 'tory' anunció que se establecerá una nueva Célula de Cleptocracia en la Agencia Nacional del Crimen para hacer frente a «la evasión de sanciones y los activos rusos corruptos ocultos en el Reino Unido». En su intervención ante los diputados, Johnson acusó a Putin de ser «un agresor manchado de sangre, que cree en la conquista imperial».
«Quedará condenado a los ojos del mundo y de la historia: nunca podrá limpiar la sangre de Ucrania de sus manos», afirmó, para señalar que seguramente el líder ruso «siempre estuvo decidido a atacar a su vecino», al margen de las gestiones diplomáticas.
Ryanair, la aerolínea con más rutas entre Europa y Kíev, decidió cancelar “al menos 14 días” todos los vuelos con Ucrania, así como la venta de billetes desde y hacia el país durante como mínimo cuatro semanas, a la espera de la evolución del conflicto bélico. Lufthansa o Wizz Air, con una intensa actividad en la región, hicieron lo propio, mientras que Iberia no sobrevuela el espacio aéreo afectado ni vuela a Ucrania o Rusia de forma habitual, explicaron fuentes de la compañía.
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