Es cierto que los datos de tráfico aéreo están comenzando a despegar y distanciándose de las terribles cifras del 2020, debido al alivio de las restricciones y la relajación de la pandemia. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, la recuperación total de las aerolíneas aún no está cerca. (El sector aéreo pone fecha a la recuperación: verano de 2022)
Los últimos datos de IATA revelan que hasta 2024 no conseguirán superar las cifras previas a la crisis, año en el que esperan sumar 4.000 millones de viajeros (103% del total de 2019). Así, prevén que el número total de viajeros mejore hasta el 83% en 2022, el 94% en 2023, el 103% en 2024 y el 111% en 2025.
Estas previsiones vienen lastradas por una previsible lenta reactivación del tráfico internacional. El lobby aéreo informa de que se conseguirá recuperar el 69% en 2022, el 82% en 2023, el 92% en 2024 y el 101% en 2025. Por el contrario, el movimiento de turistas nacionales será más optimista, mejorando hasta el 93% en 2022, hasta un 103% en 2023, un 111% en 2024 y un 118% en 2025.
"Todavía queda un largo camino por recorrer para llegar a una situación normal", apunta el CEO de IATA, Willie Walsh, pero la previsión de la evolución del número de pasajeros "da buenas razones para ser optimistas", ya que "la eliminación progresiva de las restricciones está dando un impulso muy necesario a las previsiones de los viajes".
Estas perspectivas podrían verse afectadas por el estallido del conflicto bélico en Ucrania. Desde IATA subrayan que el transporte aéreo es resistente a los choques y "es poco probable que este conflicto afecte al crecimiento a largo plazo del transporte aéreo". Aunque aún "es demasiado pronto para estimar cuáles serán las consecuencias a corto plazo para la aviación, está claro que existen riesgos a la baja, en particular en los mercados expuestos al conflicto", concluyen. (El turismo tiembla por el ataque de Rusia a Ucrania)
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