La crisis del coronavirus pilló a varias aerolíneas latinoamericanas en una profunda crisis, acabando con sus opciones de futuro. Entre ellas estaba Aeroméxico. Se vio obligada a acogerse al capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, que permite un tiempo para la reorganización financiera, captando nuevos fondos. Eso es lo que ha hecho Aeroméxico, ahora lista para competir libremente tras hacerse con nuevo capital (Aeroméxico presenta bancarrota).
La compañía reestructura su capital con la emisión de nuevas acciones que dejarán a sus propietarios anteriores con una participación minoritaria, si un 0,01 por ciento se puede llamar participación. Esto equivale a un nuevo consejo y, en definitiva, a una nueva compañía.
Este jueves a primera hora en México, la bolsa suspendió la cotización de la aerolínea para evitar una situación que beneficie a algunos. Durante el día tuvo lugar el canje de acciones que configura el nuevo capital.
El nuevo capital social será de casi 87 mil millones de pesos mexicanos. Apollo Global Management tendrá un 22 por ciento y Delta se queda con otro 20 por ciento. La nueva dirección incorpora a Glen Hauenstein, presidente de Delta, Andrés Borrego de Credit Suisse en México y dos socios de Apollo Global.
De manera que podemos hablar realmente de una nueva Aeroméxico.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo