Air Belgium había entrado en liquidación el pasado mes de septiembre. La única aerolínea valona, promovida por la parte valona de Bélgica, está en quiebra, pendiente de si alguien se la quiere quedar. Y ha ocurrido el milagro. O medio milagro (La peligrosa deriva del negocio del alquiler de aviones).
El tribunal de Brabante que se encarga de la quiebra dijo que había recibido un plan empresarial para salvar la compañía, pero que pasaba por sólo centrarse en la carga, a lo que se venía dedicando en los últimos meses. La oferta procede un consorcio integrado por Air One y otra empresa, Peso Aviation, uno holandés y el otro inglés, que ponen 800 mil euros para salvar 197 puestos de trabajo y se quedan con dos aviones. Los otros 205 puestos de trabajo se perderán. Entre ellos, todo el personal de cabina, innecesario en el transporte de carga.
El renacimiento de Air Belgium aún enfrenta un obstáculo administrativo que tiene que ver con el dinero pagado por los viajeros que habían comprado billetes y definitivamente ya no volverán a viajar. Los inversores no quieren hacerse cargo y el juez tendrá que decidir porque la Aviación Civil belga aún no se ha pronunciado (Air Belgium, en liquidación y con 11 mil viajeros abandonados).
De esta forma, definitivamente Air Belgium desaparece como transportista de pasajeros y con ello el sueño valón de tener su propia aerolínea.
Muy buena decisión operativa. Cuando las cosas van mal es cuando hay que demostrar inteligencia en la toma de decisiones.