Por el momento, todo queda en casa. Porque el avión C919 chino, con el que ese país pretende competir con el A320 o con el B737, aún no está certificado ni en Europa ni en Estados Unidos, lo cual obliga a Comac, el fabricante, a vender sólo en casa. Y sólo a aerolíneas estatales (Europa certificará el C919 chino durante el año 2025).
Tanto Air China como China Southern acaban de recibir cada una de ellas un C919, de manera que ya no es sólo China Eastern que vuela este modelo.
Estos dos son los aviones números ocho y nueve que salen de la fábrica. El primer avión hizo un vuelo comercial con China Eastern en mayo y desde entonces esta aerolínea ha recibido otros seis.
Todos los C919 llevan a cabo vuelos interiores en China, básicamente por los problemas con la certificación, aún en trámite.
El C919 puede llegar a disponer de espacio para 192 pasajeros, más o menos en línea con sus rivales. El punto más débil del fabricante chino es su baja capacidad para producir aviones. Se estima que dentro de seis años, cuando haya mejorado sus factorías, podría sacar cien unidades anuales, cuando hoy se hacen más de 50 A320 en un mes.
Es una realidad que 100 aviones Chinos incorporados por año a su mercado doméstico, son 100 aviones de la competencia que serían desplazados. Y aunque modesto, las cifras hablarían por si solas. Si les vetan L aventa de aviones como a Rusia, ya tienen el remedio en casa.
Se te olvida que gran parte de sus sistemas, incluidos los motores, son occidentales.
Es un plan a 4 pasos que ya estamos viendo los resultados en automoción y, en unas décadas, veremos en aviación:
1. Dejo que montes tus plantas en mis ciudades con mis trabajadores baratos
2. Empiezo a copiarte tu producto en mis fábricas
3. Creo una evolución propia de tu producto con una gran base de tus conocimientos
4. Creo mi producto propio con mis propios sistemas