Air Europa: las 4 opciones de Hidalgo para salvarse

Los dueños de Globalia trabajan en 4 opciones para salvar su pelotazo con Air Europa. Los Hidalgo no descartan que Iberia acabe comprando su aerolínea, pero van asumiendo que la posibilidad se aleja. Y ante el caso de que deban seguir en solitario, necesitarán inyectar fondos, para lo que contemplan otras tres salidas: un nuevo rescate público; que un fondo aporte liquidez a cambio de acciones o de unos intereses muy elevados, o vender su patrimonio hotelero para destinar lo recaudado a Air Europa (Iberia mantiene el pesimismo con la compra de Air Europa).

Respecto a la primera opción, que Iberia la acabe comprando, los Hidalgo ven difícil el cobro de 500 millones pactado antes de que volviesen a disparar la deuda de su aerolínea, ya cerca de los 1.000 millones, y con urgencia sobre todo para abonar alrededor de 200 millones a los 'lessors' de sus aviones.

Los propietarios de Globalia saben que la transacción se allanaría si ajustan su precio a la nueva realidad, pero quieren llevar la negociación al límite una vez que creen que la caja de Air Europa les permite pasar el invierno. Y por eso su estrategia para presionar a Iberia pasa por vender que está siendo tentada por Lufthansa, o con amenazas de denuncias multimillonarias por daños.

No obstante, tanto el supuesto interés de otro gigante aéreo como el vía de reclamar perjuicios parecen cargadas de dificultades. Lufthansa tendría menos opciones de pagar una cifra similar a la de Iberia por Air Europa, debido a las inferiores sinergias al no compartir un mismo 'hub'. Además, la legislación europea complica a una aerolínea con el gobierno en su capital, como es el caso de Alemania en Lufthansa que mantiene el 15 por ciento del accionariado como reveló Preferente, pueda comprar a una competidora, ante el riesgo de que los gobiernos distorsionen el mercado (Air Europa-Lufthansa: unión difícil por ser Alemania accionista).

Sobre un eventual incumplimiento de la compra pactada, los términos del acuerdo entre Iberia y Air Europa ya contemplan una indemnización de 40 millones, por lo que una indemnización adicional afrontaría un recorrido jurídico incierto.

La opción más factible y deseada para los Hidalgo sería que la operación de Iberia pudiera salir adelante, aunque para hacerla realidad sería necesario que para la aerolínea de IAG siguiera siendo atractiva la absorción, lo cual se alejaría sin un descuento de precio, sin una reestructura de la deuda con el Estado, y sin una rebaja de los requisitos de la Comisión Europea con la renuncia de 'slots'.

Así, el plan 'b' de los dueños de Globalia a una negativa de Iberia a comprarla pasa por tres posibilidades, con el fin supremo de evitar la nacionalización que arruinaría su deseado pelotazo. El primero de ellos sería un nuevo rescate público, que según deslizan se lo había garantizado el presidente Pedro Sánchez, con cuya esposa guardan una estrecha relación, y quien se lo habría prometido y ahora les habría mentido e incumplido su palabra.

El segundo frente sería la negociación con algún fondo que aportase una inyección, a cambio de cederles un porcentaje minoritario del capital, o el pago de unos muy elevados intereses, al estilo de TPG (Texas Pacific Group) con la hotelera Room Mate. Y finalmente, la tercera posibilidad sería la de vender su patrimonio hotelero, como llevan semanas intentando, para recabar liquidez que luego inyectar a Air Europa.

Estas cuatro opciones, la de Iberia preferencial y las otras tres en caso de fallar la más deseada, concentran ahora los esfuerzos de Globalia para que sus dueños puedan disparar su fortuna, tras el mayor rescate público de la historia con 475 millones pese a haber sido condenados por uno de los más abultados fraudes al Estado con la estafa del descuento de residente, y pese a su elevado patrimonio inmobiliario por las mejores playas del mundo.

El desenlace de esta pugna se conocerá en unos diez días, para cuando se espera una respuesta de Bruselas que desencadenará la decisión de Iberia, siempre y cuando, al borde del precipicio, los dueños de Air Europa acepten rebajar sus pretensiones de cobro a la realidad de mercado, habida cuenta de que la deuda de su aerolínea se ha disparado en dos años en alrededor de 800 millones.