El juicio contra los empleados de Air France que hace un año agredieron a varios directivos de la compañía a los que zarandearon y rasgaron la camisa quedará este miércoles visto para sentencia (Detenidos seis sindicalistas de Air France por la agresión sufrida por varios directivos).
La compañía gala, que ejerce de acusación particular, tan solo reclama un euro por daños y perjuicios sufridos por el entonces director de Recursos Humanos, Xavier Broseta, y por el responsable de la actividad de larga distancia, Pierre Pissonier.
De los quince acusados de la agresión, cinco ya no trabajan en Air France pues fueron despedidos nada más producirse el altercado. Contra ellos pesa el cargo más grave –violencia voluntaria en reunión- que está penado con hasta tres años de cárcel y 45.000 euros de multa.
Los otros diez están inculpados por haber forzado las verjas y haber permitido la invasión por una manifestación de asalariados el ya famoso 5 de octubre de 2015 del lugar donde se estaba desarrollando una reunión del comité central de empresa de la compañía aérea, en la que la dirección debía dar detalles de un plan de reestructuración.
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