La crisis de los dos grandes fabricantes de aviones seguirá golpeando a las aerolíneas durante los próximos años. Airbus se ha visto obligada a actualizar sus previsiones de entrega ante los “persistentes problemas específicos en la cadena de suministro”, principalmente en “motores, aeroestructuras y equipos de cabina” (Airbus, a sus clientes: habrá retrasos en las entregas de aviones).
El fabricante europeo ha cifrado en 770 el número de aparatos que confía repartir durante este 2024, lo que suponen 30 menos que las estimaciones realizadas a principio de año. Asimismo, su idea de alcanzar una tasa de entrega de 75 aviones por mes del modelo A320 llegará en 2027, un año más tarde de lo previsto.
Como publicó Preferente, Airbus lleva más de un año y medio con una fuerte distancia entre el número de aviones que vende y el que entrega, lo que hace que se vaya agrandando la distancia entre el momento de hacer el pedido y la fecha de entrega. El A321 es el más solicitado por las compañías en sus varias configuraciones.
No obstante, la situación es mucho más crítica en su competidor Boeing, que en el pasado mes de mayo apenas entregó 24 unidades, mientras que Airbus repartió 53, más del doble. Además, la compañía americana sigue siendo azotada por las dudas en la seguridad del 737Max, que están lastrando la cifra de pedidos (Boeing lleva dos meses sin vender un avión 737Max).
Este contexto de crisis abre una gran oportunidad para Comac, el fabricante chino que comenzó hace meses a entregar las primeras unidades del C919, el avión con el que aspira a competir con los exitosos A320 Neo y 737 Max. De momento, los acuerdos de compra suscritos se limitan a aerolíneas asiáticas, pero la pretensión es que dé un salto internacional (China: oportunidad única para arrebatar cuota a Boeing y Airbus).
Si el avión chino es como sus coches ...