El coronavirus ha supuesto la suspensión casi total de las actividades de las aerolíneas lo cual está afectando las ventas de aviones, por lo que Airbus, el consorcio europeo, ha decidido frenar sus planes para construir una nueva línea de fabricación de aviones, dada la gran demanda del modelo A321. En su lugar, dado que todo el resto de la producción está frenándose, recompondrá la estructura de producción para no necesitar más inversiones.
El A321 tiene una demanda nunca antes vista. Y es fabricado en la planta de Hamburgo, Alemania. Como esta planta estaba desbordada, se había planeado convertir la planta fabricante del A380 en Toulouse, del que ya quedan pocas unidades por ser producidas, y adaptarla al nuevo A321 para, de esta forma, asumir los nuevos desafíos. Esta urgencia, sin embargo, ha desaparecido por lo que Airbus frena sus planes inversores.
Esto, a su vez, crea otro problema: ¿qué ocurrirá con los trabajadores de la gran planta del A380, que en breve quedará sin uso dado que este avión dejará de fabricarse? Hasta ahora, la esperanza era su reconversión a otros modelos, pero esto se aparca para no ampliar las inversiones en momentos de incertidumbre.
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