Boeing ha cumplido su objetivo en 2023 y ha entregado 522 aviones comerciales, pero se ha quedado muy lejos de Airbus que, también, ha alcanzando su meta con 728 aviones entregados. Ambas están por detrás de su pasado, lo cual era conocido y esperado (Así marcha la batalla entre Airbus y Boeing para reinar en los cielos).
Aún puede que haya alguna variación en el número total de aviones entregado, pero más o menos estas serán las cifras de este año. No hay que verlas en sí mismas, porque son muy malas (normalmente los dos fabricantes pueden entregar unos 800 aviones y algo más) sino en relación con lo que ocurrió en el año, cuando los suministradores de partes han estado desbordados de trabajo en parte por la crisis que se arrastra desde el Covid.
Por ese motivo, Airbus no ha podido sino entregar algunos aviones menos de lo habitual, en línea con lo esperado. En el caso de Boeing todo es más complejo: definitivamente se consolida por detrás de Airbus, incluso en ventas, aunque este año no ha ido tan mal como 2022. Pero Boeing ha tenido un serio problema con el 737, el avión más pequeño, con lo que tiene menos entregas. El que ha funcionado mejor es el 787. También ha habido problemas con el 777, pero al final se ha normalizado. El caos interior de Boeing parece que está en vías de solución y esos 522 aviones, con ser menos de lo posible, está muy bien en su situación.
Para Airbus hay también una buena noticia: el primer avión A321 de una compra de Pegasus, la aerolínea turca, salió de Toulouse y no, como era habitual antes, de Hamburgo. Esto significa que la antigua planta de producción del A380 definitivamente se va a dedicar al A321 -además de la factoría alemana-, dada la gran magnitud de los pedidos de este modelo.
Las cifras finales y definitivas se publicarán en torno al 12 de enero.
Lo normal, Airbus siendo el líder, mientras que boeing va en caída libre.