Albastar es una pequeña aerolínea con sede en Mallorca, con una fuerte presencia en Italia, con más de diez años de vida y que dispone de seis aviones, todos B737. Hasta ahora trabajaba sobre todo en el vuelo charter, especialmente en los peregrinajes religiosos, sobre todo, pero no sólo, a Lourdes, en Francia. Ahora, precisamente cuando la crisis de la aviación es más profunda, da un salto al vacío: entra en el negocio del vuelo regular. Aduce que la crisis ha dejado muchos huecos sin atención, de forma que ahí está, vendiendo ahora vuelos interiores regulares en Italia.
Lo que ha hecho Giancarlo Celani, el director de la empresa en Italia, es observar qué aeropuertos han quedado abandonados por las compañías tradicionales, e intentar cubrirlos. El objetivo ahora es Trapani, al oeste de Sicilia. A Trapani volaba Alitalia, que con sus interminables crisis se ha marchado. Y volaba Ryanair, que finalmente se ha ido a Catania y Palermo, manteniendo ahora unos pocos vuelos. Es la oportunidad de Albastar que enlazará Malpensa con Trapani y también Cuneo, que está al oeste de Turín, en el Piamonte. Más tarde, Albastar volará desde Trapani a Roma.
La compañía, que cumple diez años de vida en unos días, fue fundada en Mallorca por Pino d’Urso y tiene a Italy Aviation Service, una empresa de Catania, como accionista de referencia. Su crecimiento ha sido muy cauto, lo que le ha permitido mantenerse en el mercado pese a la feroz competencia. Su hueco principal está en los viajes religiosos y en los charter para mayoristas de mercado.