Alemania no remonta. Pasa el tiempo y sigue siendo el país de Europa que está más lejos de alcanzar el volumen de actividad de turismo y transporte previa al Covid. Lo sufre todo el mundo, desde los aeropuertos a las aerolíneas. Sorprendentemente, Alemania no va, se ha quedado estancada en cifras muy por debajo de las anteriores a la pandemia. Casi está al nivel de China.
Los datos. Según publica Simply Flying, para este año 2023 las aerolíneas reservaron slots y programaron vuelos para 720 mil salidas. En 2019, también en doce meses, hubo 967 mil salidas, lo que significa una caída de 247 mil o algo más de un 25 por ciento menos. El segundo país con más retracción, el Reino Unido, está cayendo un 10 por ciento. Países como Italia o España están ya igual o mejor que antes de la enfermedad.
La falta de dinamismo alemana afecta a todas las aerolíneas que operan en el país menos a Wizz Air, que nunca ha tenido mucha operación y cuyos datos no son relevantes.
De las 20 aerolíneas con más peso en Alemania, 12 están muy por detrás de sus cifras de 2019. Lufthansa, su filial Eurowings, e Easyjet, que es muy poderosa en la capital, están perdiendo pasajeros. Easyjet, la que más. De ser la cuarta aerolínea más importante ha pasado a ser ahora la novena, con 43 mil vuelos menos, lo que es una caída de más de la mitad.
Ningún otro país europeo presenta un comportamiento similar. Ni siquiera Ryanair, que está creciendo en toda Europa, logra remontar el vuelo en Alemania. Nadie, salvo aerolíneas de escasa entidad en el conjunto.
¿Por qué no facilitan los datos del transporte de media y larga distancia en ferrocarril? Solo así se pueden comparar cifras sabiendo que se están desplazando los vuelos nacionales al ferrocarril.