Cuando parecía que comenzaba a levantar cabeza con el reinicio de las operaciones de los 737 MAX tras un veto de 20 meses, Boeing sufre un nuevo revés. A raíz del accidente de este sábado 20 de febrero, el propio fabricante aeronáutico ha dado la voz de alarma, recomendando a todas las aerolíneas con el modelo 777 que suspendan operaciones (Emergencia: se incendia el motor de un avión durante el despegue).
Boeing reacciona con rapidez y cautela después del peligroso incidente ocurrido en el vuelo de United Airlines que debía conectar Denver (Colorado) con Honolulú (Hawái). El avión tuvo que dar media vuelta después de perder un motor, algunas de cuyas partes se precipitaron en una zona residencial de la ciudad estadounidense.
Tras lo sucedido, el fabricante ha aclarado que están "inspeccionando activamente el incidente relacionado con el vuelo 328 de United Airlines". "Si bien la investigación (de las autoridades) está en curso, recomendamos suspender las operaciones de los 69 aviones 777 en servicio y de los 59 en almacenamiento con motores ‘Pratt & Whitney 4000-112’, hasta que la Administración Federal de Aviación identifique el protocolo de inspección apropiado", añade.
Por su parte, United Airlines ha decidido "eliminar voluntaria y temporalmente los 24 aviones Boeing 777 propulsados por motores de la serie 4000 de Pratt & Whitney de nuestro programa", ha indicado en su cuenta de Twitter. "Continuaremos trabajando en estrecha colaboración con los reguladores para determinar cualquier paso adicional y esperamos que solo una pequeña cantidad de clientes sufran inconvenientes", añade.
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