Luigi de Maio, líder de uno de los dos partidos que gobiernan Italia y al mismo tiempo ministro de Desarrollo, dijo en su cuenta de Facebook que el gobierno está poniendo todos los elementos necesarios para que más inversores privados hagan ofertas por Alitalia, dando a entender que hay varios listos para emerger. Hoy, martes, acaba el plazo para su cierre y se da por descontada una prórroga en los dos años de tramitaciones a su crisis (Alitalia vive horas decisivas para aclarar su futuro).
Di Maio añade que el gobierno ofrecerá a los particulares una importante presencia pública en la compañía –precisamente lo que varios inversores privados hubieran agradecido que no se produjera–, para un relanzamiento exitoso de Alitalia. Los inversores, que Di Maio ha dado a entender que están listos para darse a conocer, pese a que hace dos años que no aparecen, tendrían simplemente que poner el dinero que falta hasta el cien por ciento del capital.
Se supone que se anunciará hoy, pero este lunes ya se sugería en algunos medios, sin confirmación oficial, que se ampliaría en un mes el tiempo para el rescate de la compañía.
Alitalia está en quiebra desde mayo de 2017. Opera gracias a un préstamo –que se da por hecho que nunca se recuperará– de 900 millones que le ha dado el estado y que se tiene que devolver a finales de junio. La Comisión Europea estudia si ese crédito viola las reglas del mercado, cosa evidente.
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