Christine Ourmieres Widener estuvo al frente de TAP de Portugal hasta que los escándalos hicieron que el gobierno la pusiera en la calle. Muchos, entonces, dijeron que su capacidad de gestión era baja, pero eso no pareció que fuera lo que pensaba Air Caraibes, que le encomendó la dirección del área de aviación del grupo francés Dubreuil, que además tiene a French Bee en su cartera (La jefa de TAP asume Air Caraibes y French Bee).
Esta semana, con un comunicado muy seco, el grupo anunció el cese de la directora general. Sorprendentemente, el despido entra en vigor en el mismo día en que se comunica. O sea, de patitas en la calle de la noche a la mañana.
Air Caraibes y French Bee son dos aerolíneas privadas francesas, propiedad de la familia Dubreuil, que operan en el largo radio. La primera cubre las rutas de las islas francesas del Caribe, Guadalupe y Martinica, también llega a la Guayana francesa y enlaza con Francia, con una flota de trece aviones; la segunda tiene base en Orly y vuela a Estados Unidos, la Polinesia francesa y Reunión con sus seis aviones A350. Cada aerolínea tiene su responsable, pero Ourmieres estaba por encima. Según fuentes cercanas, hay una notable discrepancia entre los anuncios sobre resultados y estos, que habrían sido inferiores.
Antes de TAP, Ouirmieres Widener había estado al frente de FlyBe, en Gran Bretaña, que acabó en quiebra. Antes había estado en CityJet, una filial británica en Francia.
Que la contraté Volotea así podrá hacer juego con la panda de inútiles y descerebrados que tiene