Nuevo incidente con Ryanair como protagonista. Un Boeing 737-800 bimotor de la low cost irlandesa, que cubría la ruta Tánger-Dusseldorf, tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Sevilla tras detectar un pasajero humo en la cabina.
La compañía niega que se produjera un incendio a bordo y apunta a que todo se debió a un “problema en el sistema del aire acondicionado que provocó que uno de los conductos comenzase a expulsar suciedad y polvo en la cabina del avión”.
Ryanair insiste en que el aterrizaje se llevó a cabo con total “normalidad” pese a que fueron activados tanto los bomberos como la Policía Local, Nacional y la Guardia Civil. Las 180 personas que viajaban a bordo del Boeing fueron evacuadas del avión sin que ninguna sufriera heridas.
Si no es nada. Solo es suciedad y polvo en el aire del fuselage a presión de un avión y del que respiran los pasajeros y tripulantes. No parece que sea ni remotamente parecido a lo se acabó convirtiendo en fibroquistes en los pulmones de algunos trabajadores por aspirar humillos y suciedad. Para que nos vamos a preocupar si los efectos tardan años en aparecer y entonces ni estaremos ni se nos espera.
Eso me dijo un directivo mientras abría champan.
Animo, que se acerca la Navidad y este año puede caer el gordo