La Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil (CASA, por sus siglas en inglés) de Australia ha indicado que las aerolíneas del país podrán reconsiderar si mantienen la normativa de disponer de forma obligatoria a dos personas en las cabinas. La modificación surge tras realizar un estudio y encontrar “riesgos consecuentes no intencionados” en relación a esta práctica.
Australia se suma así a Alemania, Canadá y Suiza que también vuelven a hacer uso de la legislación original de seguridad en la cabina. El organismo australiano ha indicado haber encontrado riesgos tales como la distracción, ya que la segunda persona puede ser un potencial distractor para el piloto o, incluso, puede hacer cambios inadvertidos en los controles de la cabina. Además, en caso de que fuera un tripulante de cabina, al estar con el piloto se encontraría alejado de su rol principal.
El accidente del vuelo 4U9525 de Germanwings del 30 de marzo de 2015 causó que la legislación original se modificara. La nueva alteración declaraba que era obligatorio en los vuelos comerciales con aeronaves de 50 o más asientos disponer siempre de dos personas en las cabinas de vuelos (Accidente del vuelo 4U9525: ejemplo de espectáculo mediático masivo), (El avión siniestrado de Germanwings no era para nada turístico).
Tras la catástrofe, muchas aerolíneas cambiaron sus protocolos para mantener a dos personas en todo momento en las cabinas. No obstante, CASA ha revisado los protocolos y ha establecido que cada aerolínea debe evaluar sus propios requerimientos de seguridad y decidir con base en su operatividad si necesita mantener la práctica de “dos por cabina”.
Eliminando todas las personas se eliminaría el error humano y se podrían ganar unos 5 metros de filas de asiento.
Pero va a ser que no.
Los ingenieros y los directivos siempre van a necesitar a alguien en la cabina a quien cargar con las culpas.