Un volcán en el suroeste de Islandia, de nombre Fagradalsfjall, comenzó a entrar en erupción este miércoles, según informaron las autoridades meteorológicas del país. Se da la circunstancia de que lo hace apenas ocho meses después de que iniciara su reposo tras otro episodio de actividad. La Oficina Meteorológica de Islandia instó a los más cercanos a la zona a no aproximarse al volcán, que se encuentra a unos 32 kilómetros (20 millas) al suroeste de la capital, Reykjavik.
La erupción tiene lugar en un valle deshabitado que no está lejos del aeropuerto de Keflavik, el centro de tráfico aéreo internacional de Islandia. Sin embargo, el aeropuerto permanece abierto y no se están interrumpiendo los vuelos.
Una transmisión de video en vivo desde el sitio muestra magma saliendo de una fisura estrecha de unos 100 a 200 metros de largo sobre un campo de lava procedente de la erupción del año pasado, la primera en la península de Reykjanes en casi 800 años.
Los científicos habían anticipado una erupción en algún lugar de la península después de que una serie de terremotos durante la última semana indicaran actividad volcánica cerca de la corteza. El vulcanólogo Magnus Tumi Gudmundsson dijo a los medios que la erupción parecía ser pequeña. “Pero no sabemos en qué parte del proceso están las cosas”, aclaró mientras abordaba un helicóptero para echar un primer vistazo. La erupción de 2021 en la misma zona produjo flujos de lava espectaculares durante varios meses. Cientos de miles de personas acudieron en masa para ver la vista espectacular.
No se sabe (o al menos yo no lo sé) como evolucionará, pero si dura semanas y se producen largas emisiones de lava, tipo al de La Palma, con largas columnas de humo y ceniza y en función de la dirección del viento, tenemos un problema, y es que el caos aéreo puede ser de órdago, en el centro-norte europeo sumado al que ya existe, que nos afectará a todos, los del norte y los del sur.