En el medio del Atlántico hay un archipiélago portugués, Azores, que se está poniendo de moda como destino turístico. El Gobierno regional tiene una aerolínea, Azores Airlines, incluida en el grupo Sata, nacida como es habitual en las islas para dar conectividad a los ciudadanos. Pero se ha cansado de poner dinero –no se crean que sólo hay una Alitalia en el mundo– y dado que el destino ahora tiene demanda, ha decidido venderla (Easyjet: plan para conectar Barcelona con las Azores).
En el próximo mes de enero, el Gobierno hará públicas las fechas y condiciones para participar en la operación, que será una especie de subasta, según ha anunciado Duarte Freitas, el secretario regional para Finanzas, Planificación y Administración Pública.
El mismo alto cargo del gobierno regional (en Portugal, sólo las islas Azores y Madeira tienen lo que en España serían funciones de las autonomías) dijo a los medios que la compañía será reestructurada antes de su venta. “Puedo anunciar que vamos a reestructurar el grupo Sata desde diciembre, creando una sociedad holding que hará posible separar los diversos activos y aislando Sata Air Açores de contagios y haciendo posible la venta de Azores Airlines”.
Esto, dijo Freitas, significa que se acabaron las inyecciones de dinero público en la aerolínea, recientemente muy abundantes debido al Covid.
“Hemos tenido cuantiosos gastos que no se repetirán, de ahí los 641 millones de euros aportados que han servicio para salvar Sata del desastre al que la condujeron en el pasado”, explicó. Los 453 millones aportados por el gobierno portugués habían ya sido aprobados por la Unión Europea.
Igual que sucediera con Alitalia, aunque en menor proporción, ha habido varios intentos fallidos de privatización de Azores Airlines. El primero en 2018, cuando se tuvo que cancelar el llamamiento a los aspirantes. El segundo en junio de 2020, en pleno Covid.
Actualmente el Gobierno es el propietario del 51 por ciento de la compañía.
Azores Airlines nació en 1990 como Ocean Air. En el 98 se convirtió en Sata y en 2015 adquirió el nombre actual. La flota es respetable: ocho aviones A320 y A321. Vuela a 19 destinos, entre Canadá, Cabo Verde, Europa, Madeira, Estados Unidos, Canarias, España, Alemania y, por supuesto el territorio continental portugués.
Volé con ellos este verano y ofrecen un excelente servicio, mucho mejor que el de TAP. Además, ofrecen comida a bordo tanto en los vuelos con Europa continental como entre islas si dura más de una hora.