Barajas no modificará sus rutas por los ruidos

Las aerolíneas de Madrid-Barajas podrán seguir sobrevolando la urbanización Santo Domingo en sus rutas. El Tribunal Supremo ha estimado parcialmente los recursos de casación de Aena y Enaire contra los autos que obligaban a reducir su tráfico un 30% o a cerrar la pista 18R/36L para mitigar el ruido que sufren los vecinos de la urbanización madrileña. De esta forma, se han anulado los autos del TSJ del 2 de diciembre de 2014 y del 9 de abril de 2015 (El ruido amenaza con frenar el crecimiento del aeropuerto de Barajas).

La batalla entre los vecinos de Algete y el gestor aeroportuario se lleva luchando desde 2004 debido al ruido de los aviones que aterrizan en dicha pista, pero el conflicto no se acaba aquí. El alto tribunal ha decretado que será la administración quien se encargará de dar con la solución de este problema para los vecinos y no el tribunal. Además, obliga a "volver a evaluar el ruido de forma independiente" , siguiendo los parámetros de la última normativa europea que entró en vigor el pasado año.

La sentencia afirma que se deberá medir el nivel de ruido desde dentro de las viviendas y elaborarse un informe que evalúe “la relación coste-eficacia" de una posible reducción, consultando a residentes y empresas de las inmediaciones, y también a los operadores aeroportuarios.

El tribunal admite que existe una lesión para los vecinos y que sería Aena quien tendría que solucionar las inconveniencias y no un juez en base a una sentencia. Asegura además que los aviones actuales "tienen menos ruidos".

Durante el escrito, el Alto Tribunal apela al justo equilibrio entre los "intereses comunes" y el derecho a la propia intimidad y señala que no ha podido comprobar si los ruidos se han mitigado a lo largo de los ultimos años, tal y como defiende Enaire, porque no ha tenido acceso a los datos y no se ha permitido hacer pruebas."

Según afirma El País, el barrio residencial de Santo Domingo no entra "dentro del área de afectación de ruido de Barajas", por lo que Aena no puede comprar las viviendas o indemnizar a los vecinos sin cometer un delito de prevaricación, según explican fuentes cercanas a la compañía.

El ministerio de Fomento celebraba la sentencia, que le exime de la  obligación de modificar rutas, y reducir vuelos, aunque siguen pendientes de lo que dictamine la Administración.