Barajas y El Prat, instalados en la crisis tras 20 meses de Covid

Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Josep Tarradellas Barcelona-El Prat sufren como ningún otro aeropuerto el impacto de la pandemia. Mientras que el resto de la red de Aena, salvo contadas excepciones, están cada vez más cerca de los niveles que registraron antes del estallido de la crisis sanitaria, los dos grandes hubs de España siguen muy afectados por su dependencia del largo radio y del tráfico de pasajeros de negocios (España: los aeropuertos españoles recuperan el 60% del tráfico en septiembre).

El primero, el más transitado del país, ha cerrado octubre con poco más de tres millones de viajeros, lo que representa un preocupante descenso del 44,2% en comparación con el mismo mes de 2019. No le van mucho mejor las cosas a El Prat, que experimenta un desplome del 42,2%, con cerca de 2,7 millones de usuarios.

Sus caídas son más intensas que las registradas por el resto de aeropuertos punteros del territorio español: Palma de Mallorca (-21,9%); Málaga-Costa del Sol (-18,8%); Alicante-Elche Miguel Hernández (-25%); Gran Canaria (-14,2%); Tenerife Sur (-14,3%); Ibiza (-8,4%); Valencia (-22,2%); Lanzarote César Manrique (-11,8%); y Sevilla (-24,4%).

Algo similar ocurre con las operaciones. Barajas concluye el mes con 23.545 y un retroceso del 36,9% respecto a octubre de 2019. El Prat, por su parte, muestra un retroceso del 34,9%, con 20.044 vuelos. Ningún otro aeropuerto sufre un desplome de esta magnitud.

Respecto al tráfico de mercancías, Barajas roza los niveles prepandemia con 52.966 toneladas en octubre, tan solo un 1,6% menos que en el mismo mes de 2019. El Prat, en cambio, sufre un nuevo desplome del 25,2%, con 12.938 toneladas.