Barceló defiende a su aerolínea aún a costa de su socio Globalia

Simón Pedro Barceló tiene en su aerolínea Iberojet (marca que como adelantó Preferente sustituirá a Evelop y Orbest) a su principal fuente de pérdidas (Evelop y Orbest operarán con una nueva marca: Iberojet). Frenar esta sangría es prioridad absoluta para el empresario mallorquín, y para ello ha urdido una estrategia con varios frentes. Desde crear una aerolínea basada en Dominicana hasta abrirse a vuelos regulares de larga distancia, pasando por monopolizar los vuelos charter al Caribe que 'paquetiza' Ávoris en detrimento de Air Europa.

Ávoris Corporación Empresarial, sociedad resultante de la fusión entre las agencias de viajes de Barceló y Globalia, había comenzado su andadura con el respaldo público de 320 millones de la Sepi, que se sumaba a su deuda financiera de 141 millones, dejando un total de 461 millones (Ávoris-Globalia: luz verde a la inyección estatal de 320 millones). En 2020 cerró con una facturación de apenas 766 millones y un Ebitda negativo de 164 millones, mientras para 2021 su previsión de ingresos es de 1.600 millones y las pérdidas de 100 millones.

Así, el nuevo gigante proyecta acumular pérdidas de 264 millones de euros entre 2020 y 2021. Una gran parte de este resultado negativo viene de su división aérea, a la que le urge reflotar, en medio de las presiones familiares de todas las ramas. Este empeño se ha apreciado en un cambio de marca y en dos fichajes externos en su cúpula para darle una reinvención, con Antonio Mota y Paul Verhagen.

Una primera apuesta fue la de lanzarse a operar vuelos regulares entre Europa y Latinoamérica, con tres destinos todavía por anunciar de entre los que el grupo tiene hoteles, y suponiendo competir contra Iberia. Otra segunda sorpresa fue la de crear una aerolínea basada en Dominicana para las rutas vacacionales con Estados Unidos que les permitiera llevar pasajeros a sus hoteles del país caribeño.

La tercera tentativa de Barceló para reanimar a su aerolínea es la de concentrar toda la operación charter a los destinos del Caribe que se incluye en los paquetes que venden los turoperadores de Ávoris y Globalia. Este deseo significaría que Air Europa quedase solo con los vuelos regulares a estas rutas, reduciendo por tanto su mercado en un momento en el que la aerolínea de Globalia necesita clientes más que en ningún otro momento de su historia.

El grupo mallorquín también quiere defender su cuota en el mercado nacional, incluyendo las conexiones a Canarias. Desde el archipiélago, varios hoteleros han lanzado un proyecto denominado Canarian, que tiene entre sus impulsores a Jorge Marichal, presidente de la patronal Cehat y candidato a revalidar el puesto. Y Simón Pedro Barceló está presionando contra esta candidatura que lidera un posible nuevo competidor para su aerolínea.

El empresario balear, que presumió recientemente de hasta 1.000 millones de liquidez y cuya división de viajes emprenderá cientos de despidos incluso tras haberlo negado previamente y tras recibir un rescate público, sigue así luchando con el fin de que su aerolínea remonte. Busca buenas relaciones con el gobierno, del que se cuidó de dejar al margen de sus críticas en su última entrevista con ABC, centrando el tiro solo en la autonomía balear y en Europa.

Su batalla para defender a la futura Iberojet se coloca por encima de incluso una relación armónica entre los socios del nuevo gigante emisor, que tiene a Vicente Fenollar como presidente y a Miguel Ángel Sánchez como CEO (Vicente Fenollar y Miguel A. Sánchez liderarán Ávoris Corporación Empresarial). La mayoría del Grupo Barceló en esta fusión le permite imponer su criterio, aún a costa de generar recelos y tensiones cuando se puede minar a Air Europa. Con su nuevo rol de dueño del mayor emisor español, Simón Pedro Barceló se convierte en protagonista principal de la intermediación turística en el país, superando a los Hidalgo tras muchos años de reinado.