Probablemente, al leer que Beijing va a inaugurar un nuevo aeropuerto, usted piense que ya ha leído esta noticia. Porque hace poco más de diez años que la capital china, efectivamente, inauguraba un aeropuerto que, en referencia a su terminal 3 actual, se consideró la mayor estructura jamás construida. Era un aeropuerto, Beijing Capital, que podría permitir llegar a los 80 millones de pasajeros anuales, el doble de lo que era posible hasta ese momento en la antigua terminal. Contaba con tres pistas.
Pero en 2018, el aeropuerto de Beijing llegó a los 100 millones de pasajeros que, por supuesto, desbordan aquella nueva construcción. Así que China se apresta a acabar otro aeropuerto nuevo para su capital, ahora en el distrito de Daxing, al sur de la ciudad. No sabemos si es más un aeropuerto o una demostración de poder, porque se trata de uno de los edificios más impresionantes que se hayan diseñado y construido jamás, dejando al nuevo aeropuerto de Estambul, que no ha terminado de entrar plenamente en servicio, en un segundo lugar.
Beijing Daxing ha sido diseñado por la fallecida arquitecta anglo iraqi Zaha Hadid y tiene un techo de 180 mil metros cuadrados, el mayor de cualquier edificio del mundo. El suelo, que es una pieza única de cemento, es la mayor estructura de su tipo en el mundo, con una superficie equivalente a 35 campos de fútbol. Por supuesto, tendrá más pistas que el anterior, con cuatro. Probablemente los dos aeropuertos operarán conjuntamente, lo que supone que la capital china tendrá una de las mayores ofertas aeroportuarias del mundo.
La construcción ha sido tremendamente difícil, pero los chinos no juegan con su imagen mundial y se espera que en unos meses las obras concluyan y se proceda a la inauguración de lo que será otra de las señales de identidad de un país que ha llegado a la escena internacional para ocupar un lugar destacado, por el momento por detrás de Estados Unidos, aunque tal vez no por mucho tiempo.
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