En la aviación italiana hoy el nombre más pronunciado probablemente sea el de Silvio Berlusconi. Si a usted le suena que murió, está en lo cierto, pero es polémico incluso desde el más allá.
La razón es que la autoridad italiana quiere que el aeropuerto Milán Malpensa pase a denominarse Milán Berlusconi, en homenaje al político fallecido. Pero esto no le es indiferente a todo el mundo.
Algo de razón tienen porque los aeropuertos italianos tienen nombres como Marco Polo, Leonardo Da Vinci o Galileo Galilei, y Berlusconi no llega a ese nivel. Ni siquiera al nivel de Borsellino, el fiscal que acabó con la Mafia y que da nombre al aeropuerto de Palermo.
Además, el escogido es Malpensa, el más importante del norte del país. Y la decisión adoptada por la ENAC, que gestiona la aviación italiana, ya es firme.
El alcalde de Milán, Beppe Sala, dijo que era una locura, acusando a la ENAC de haber cedido a la presión de un gobierno conservador (el ministro de Transportes es precisamente Matteo Salvini). Se han juntado 120 mil firmas en contra de la decisión, mencionando que Berlusconi ha tenido varias condenas penales y se caracterizada por atacar a los integrantes del colectivo Gay.
Salvini, que no es propenso a callar, ha contestado que Berlusconi era una gran persona y un gran italiano.
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Articolo unico
L’Aeroporto di Milano Malpensa è intitolato alla memoria del Presidente Silvio Berlusconi, con
la seguente denominazione:
AEROPORTO INTERNAZIONALE MILANO MALPENSA – “SILVIO BERLUSCONI”
El currículum de ese señor tiene manchas referentes a fiestas en las que siempre había chicas que podrían ser sus hijas, e incluso nietas. Lo puede hacer, pero si se sabe nornal es que aparezcan los reproches morales.
Como si en España le ponen de nombre a un aeropuerto "José Luis Abalos"(quien también gestionó bien algunos asuntos), pero en Italia.
Es una vergüenza. Los aeropuertos no deberían tener el nombre de un político salvo que haya un gran consenso. No es el caso.