Las compañías aéreas con presencia en el mercado español lo tienen claro: el factor precio jugará un papel determinante para conseguir la ansiada reactivación de la demanda turística (Vueling se suma a las ofertas de derribo de Iberia y Ryanair con vuelos a 8,99 euros).
Tanto es así que todas ellas llevan meses encadenando agresivas campañas con el fin de convencer a un todavía dubitativo cliente, en muchos casos aún resentido por el caos de los reembolsos o bien temeroso por posibles restricciones en los destinos (Ryanair: “Lo importante a corto plazo no es ganar dinero”).
Un estudio de eDreams-Odigeo demuestra lo intenso de la guerra de precios que lleva meses instalada en el sector aéreo. Según los datos recabados por la OTA, el precio medio de un billete de avión para volar este verano se sitúa en 150 euros, un 47% por debajo de la campaña estival de 2019, cuando ascendía a 280 euros.
Llama la atención que en el pasado verano, en 2020, las aerolíneas adoptaron estrategias más comedidas. El precio medio por billete fue de 240 euros, un 14% por debajo de los niveles prepandemia.
eDreams-Odigeo predice que la tendencia a la baja se mantendrá en los meses de septiembre y octubre (verano tardío), si bien la caída será más moderada. El coste medio de un billete de avión para dichas fechas es de 155 euros, frente a los 181 de 2020 y los 208 de 2019.
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