El Consejo de Administración de Boeing ha decidido "que un cambio en liderazgo era necesario para recuperar la confianza en la compañía y reparar las relaciones con los reguladores, clientes y accionistas", ha señalado el gigante aeronáutico en un comunicado.
De esta forma el consejo de administración ha relevado a Dennis Muilenburg como consejero delegado del fabricante aeronáutico estadounidense por la enorme crisis económica, operacional y de reputación que está suponiendo el fiasco del modelo 737 Max. 9 meses después del veto internacional al modelo, Boeing no es capaz de asegurar cuándo podrán reanudarse los vuelos, ya que las soluciones propuestas para el polémico software del aeronave no consiguen el visto bueno de las administraciones aeronáuticas de Estados Unidos ni del resto del mundo (Paso atrás de Boeing: aparecen más fallos en el 737 Max).
El presidente de Boeing, David Calhoun, asumirá las funciones del consejero delegado a partir del 13 de enero, tal y como ha confirmado la compañía en un comunicado. Las acciones de Boeing han subido un 2% en cuanto se ha conocido el despido de Muilenburg (Boeing: sus beneficios se hunden un 95% por el 737 Max).
Casi 400 aeronaves del modelo 737 Max llevan varadas en todo el mundo desde el mes de marzo y se desconoce cuándo podrán reanudarse los vuelos. Boeing ha tenido que parar la producción del 737 Max, ya que no puede entregar los pedidos al carecer de permisos de vuelo. Además, los pedidos terminados se acumulan en la fábrica del gigante aeronáutico (Southwest y American: agujero de 876 millones por el 737 Max) (Norwegian exige ya a Boeing indemnizaciones por los Max).
El parón de los 737 Max, implicados en dos siniestros con 346 fallecidos, supondrá a Boeing enormes indemnizaciones a las aerolíneas que no pueden volar este modelo y a todas aquellas que tienen entregas pendientes (Ryanair, Norwegian y Air Europa son las más afectadas por el parón del 737 Max) (Ryanair cifra en 100 millones las pérdidas por los 737 Max) (Ryanair cerrará sus bases de Nuremberg y Estocolmo por el retraso de los Max).
La incerteza de la fecha de reanudación de los vuelos del MAX está suponiendo una sangría para el constructor aeronáutico. Ya casi en 2020 nadie puede dar una fecha concreta y segura sobre la reanudación de los vuelos. Ello no hace sino incrementar las indemnizaciones y las complicaciones de las aerolíneas que vuelan con este modelo o que tienen aviones pendientes (Norwegian exige ya a Boeing indemnizaciones por los Max).
Ahora a esperar que lo solo quede en un despido.
Hace falta un escarmiento y aviso a quienes valoran los beneficios por encima de las vidas
Mucho han tardado, pero le ¿pagaran los bonus o no?