Airbus entregó en 2020 566 aviones mientras que Boeing sólo llegó a los 157. Entre una cuarta y una tercera parte de la empresa europea. En 2019, pese a que desde marzo no pudo entregar su modelo más popular, el 737Max, había producido 380 aviones. De lejos, 2020 es su peor año en la historia.
La desastrosa cifra de entregas de aviones se suaviza algo porque en las últimas semanas de diciembre el fabricante americano logró entrega 31 aviones B737 Max que tenía acabados y a los que únicamente les modificó la informática.
Sin embargo, en 2021 el 737Max puede convertirse en el avión líder porque la compañía tiene muchas unidades a falta de unos pocos retoques para ser entregados a los clientes. Es el caso, por ejemplo, de Ryanair, muchos de cuyos aviones están listos pero no se han podido entregar.
La crisis de Boeing tiene otro aspecto: el Boeing 787. Con este avión no ha habido accidentes, pero la compañía se ha visto obligada a revisar completamente el proceso de producción en la factoría de Carolina del Sur. Así, sólo se entregaron cuatro aviones de este modelo en el último cuatrimestre, lo que revela que la crisis también afecta a la factoría de la costa este.
Sorprendentemente, hasta el B767, ahora sólo para uso como carguero o en su variante militar, se ha revelado, con treinta entregas, como una fuente de ingresos valiosa. Por supuesto, los 26 Boeing 777 que se entregaron este año también han sido un alivio en medio del desastre.
Pese a todas las cancelaciones, Boeing tiene ahora mismo 3321 pedidos en firme por el 737 Max, que se espera pueda recuperar su cuota de mercado si no ocurren más problemas.
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