Boeing mejora pese a vivir el peor semestre de su historia

Una noticia mala para Boeing y una buena. La mala: nunca antes, ni siquiera en el peor momento de la pandemia, había tenido tan pocos pedidos de aviones como en el primer semestre de este año. Apenas 148 encargos (cifras netas, descontando las cancelaciones de contratos), cuando en algún semestre anterior, como en 2013, había llegado a los 1.531 aviones (Nuevo golpe a la reputación de Boeing: ordenan revisar 2.612 aviones).

Pero también hay una noticia positiva, o menos negativa: en pleno caos con noticias negativas todo el tiempo, el fabricante americano ha aumentado ligeramente las entregas, superando este semestre en dos unidades lo entregado en el primer semestre de pandemia, cuando todo estaba prácticamente parado. Son 159 aviones en el semestre, muy lejos de su rival, menos de la mitad, pero bien teniendo en cuenta la tremenda situación interior.

En junio, último mes, Boeing ha conseguido poner algo de orden en su casa y por eso entregó 35 aviones Max, que con los otros modelos alcanza los 44, el mejor mes desde enero, cuando estalló el caso de la portezuela del avión de Alaska Airlines (Un Boeing 737-9 Max nuevo pierde una puerta de emergencia en pleno vuelo).

Boeing, pese a todo, está luchando para aumentar las entregas de aviones en lo que queda de año, lo cual le permitiría mejorar su tesorería (los aviones se pagan en la entrega, no en el momento de hacer el pedido).

En la venta, el modelo fundamental es el 737Max, con diferencia el más vendido del fabricante americano. La idea es llegar a poder producir 38 por mes, cerca del límite legal máximo que le ha impuesto el gobierno de EEUU. Esta prohibición se levantará cuando la FAA crea que ya existen controles suficientes como para asegurar que los aviones son fiables.