Boeing: Norwegian exige 1.000 millones por el fiasco del Max

Una parte importante de las desgracias que redujeron a Norwegian a una posición testimonial tiene como culpable a Boeing. Es verdad que la aerolínea noruega venía mal gestionada, con deudas imposibles de gestionar, pero cualquier posible recuperación se vio afectada primero por la severa crisis de los motores de los Boeing 787 y después, mucho más serio aún, por la de los 737Max. Estaba cantado que llegaría un día en que Norwegian presentaría una demanda contra Boeing, exigiéndole una indemnización. Y ese día ha llegado. Aunque nadie esperaba términos tan agresivos en la acción judicial. Norwegian y Boeing han roto puentes, aunque también es verdad que Norwegian ya no tiene importancia como operador.

Norwegian acusa a Boeing de “grave negligencia” en estos dos aviones. Por eso pide mil millones de euros, aduciendo que los problemas técnicos le provocó la cancelación de “miles de vuelos”, según publica el periódico Dagens Næringsliv (DN). La demanda acusa a Boeing de no “dar lo prometido”, en el sentido de que la publicidad del fabricante de aviones ocultaba un modelo de fabricación que, según la demanda, tenía que tener consecuencias fatales, en referencia a los accidentes de los dos Boeing 737.

Habrá que ver cómo reaccionan los jueces porque Norwegian se lanza nada menos que a pedir la devolución de los aviones y compensar a la aerolínea por el “enorme” daño económico. 

Hay que entender quién es hoy Norwegian: la mínima compañía que subsiste es propiedad de los acreedores que son, en su mayor parte, propietarios de aviones que los tenían alquilados a Norwegian. Estas compañías estarían encantadas con recuperar algo de dinero de lo que les debía Norwegian. Ellas no son operadoras de aviones –más bien son bancos– y no tienen interés en este negocio. Están en Norwegian porque, de lo contrario, lo perderían todo. La demanda es el resultado del fracaso de las negociaciones con Boeing. Sin embargo, Tui o Icelandair, que tenían también unos 15 o 18 aviones B737Max, han llegado a acuerdos, recibiendo ya las indemnizaciones, de en torno a los 250 millones de euros, la cuarta parte de lo que pide Norwegian, aunque en este caso incluye los efectos del 787.

Al mismo tiempo, Norwegian cancela órdenes de compra por 10 mil millones de dólares, aduciendo que los aviones no son fiables aunque, más bien, debería decir que tampoco Norwegian está hoy para recibir y operar un solo avión más. 

Como siempre sucede en estos casos, hay de entrada un ganador: los despachos de abogados de Chicago, donde está la sede social de Boeing. Estos, seguro, ganan.