El primer fabricante de aviones de Estados Unidos ha vuelto a acabar otro mes, abril, sin haber vendido ni un avión, mientras que ha sido notificado de que se cancelaban 108 órdenes de nuevos aviones. En marzo, el fabricante de Seattle tampoco vendió ni un avión.
La causa de estos desastrosos resultados comerciales no sólo tienen que ver con el coronavirus, que también está afectando a sus rivales, sino a la crisis en el modelo de más ventas, el 737Max, que aún sigue sin la certificación para volver a volar.
Boeing, como Airbus, no tiene que paralizar su fábrica porque tiene una larga lista de pedidos pendientes. Pero, por primera vez en varios meses, esos pedidos han caído por debajo de los 5000 aviones.
En cambio, aunque también muy débil, Airbus sí vendió nueve aviones durante abril. En lo que va de año, el fabricante europeo, descontadas las cancelaciones de pedidos, ha tenido 299 compras de aviones nuevos. Airbus tiene pendientes de entrega ahora 7645 aviones.
En abril, Boeing apenas entregó seis aviones mientras que Airbus, que también ha tenido problemas en sus fábricas, entregó catorce.
La crisis del virus Covid 19 está poniendo a muchas aerolíneas en una situación en la que tienen que recortar gastos urgentemente y lo más simple siempre es cancelar pedidos de aviones, aunque tengan una penalización económica que se puede discutir.
En estos momentos, unos 16 mil aviones, dos terceras parte de las flotas mundiales, están en tierra. En el caso del Airbus 380, por ejemplo, este martes sólo estaba volando un avión, propiedad de China Southern, compañía que está recuperando su operación interna en el país, hasta casi la completa normalidad.
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