British Airways ha optado por dar el finiquito a 350 pilotos y otros 300 estarán suspendidos a la espera de reiniciar las operaciones, según informan medios británicos. La mayoría de los pilotos que se enfrentan a los despidos obligatorios trabajaban desde el aeropuerto de Gatwick en Londres.
Los 300 pilotos que están suspendidos, a la espera de que se reactiven los vuelos, se quedarán con la mita del salario, mientras que el personal que no se vea afectado por los despidos tendrán un recorte salarial del 15 por ciento, de momento.
La aerolínea del grupo IAG ha sido criticada incluso por el Parlamento británico por su plan de eliminar 12.000 empleos, el 30 por ciento de su plantilla. Diputados del Reino Unido acusaron a la compañía que dirige el español Álex Cruz de aprovechar la crisis como excusa para despedir a trabajadores.
Ante las críticas de la clase política, el principal directivo de IAG, Willie Walsh, avisó: "British Airways está luchando por su supervivencia".
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