El grupo franco holandés de aviación, Air France KLM cambia su política radicalmente y comienza a reembolsar los billetes vendidos para vuelos que no se pudieron llevar a cabo debido a las circunstancias extraordinarias del coronavirus.
No obstante, la compañía mantiene la oferta a los viajeros de que elijan si prefieron un voucher para un vuelo en fecha posterior o si quieren el importe pagado. En este segundo caso, procederá a devolver el dinero.
En el caso del voucher, la compañía acepta que el viajero vuele en una ruta cuyo precio pueda ser hasta un 15 por ciento superior que el precio inicial. La idea es evitar la mayor cantidad de devoluciones de dinero por lo que se incentiva el voucher.
Los bonos de viaje tienen una duración de un año. La compañía reconoce que tiene dos mil millones de euros en esta situación y que ahora verá cuántos de estos miles de millones ha de devolver y cuántos se mantendrán en bonos.
La totalidad de las aerolíneas europeas rechaza devolver el importe. Sólo algunas low-cost han dicho que sí devolverán el dinero, pero que no tienen tiempo para hacerlo ahora y que en el futuro lo harán.
Este jueves, Didier Reynders, el comisario europeo de Consumo dijo en la prensa que las aerolíneas deben devolver el dinero si el pasajero lo exige, aunque también pueden proponer un bono que el viajero debe admitir libremente. Los bonos obligatorios son contrarios a la ley, dijo el comisario, pese a que ninguna compañía le hace caso.
Air France ha pedido 7 mil millones de ayuda al gobierno francés mientras que KLM ha obtenido algo más de 3 mil millones de Holanda.
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