El gigante alemán Lufthansa confirmó que el gobierno alemán exige un 25 por ciento en el capital de la compañía a cambio de la ayuda de 9 mil millones que ha pedido. "Las condiciones [de la ayuda estatal] se están discutiendo actualmente. Una participación del gobierno alemán en el capital social de la compañía también es parte de las negociaciones", indicaron fuentes de Lufthansa, citadas por las agencias de noticias.
Si finalmente el gobierno logra el 25 por ciento que exige, quedaría en posición de bloquear las decisiones de la gerencia de Lufthansa, lo que le permitiría entrometerse en la compañía.
En el diario Bild, el ministro de Economía, Peter Altmaier, indicaba ayer que Lufthansa es la joya de la corona y que el Gobierno quería evitar su venta.
Las negociaciones son complicadas porque no hay que hablar únicamente con la coalición CDU/CSU de centro derecha sino también con el otro partido del gobierno, el SPD socialdemócrata, que tenía bastante más interés en no poner dinero a cambio de nada. El SPD dijo que Lufthansa no tendría que soñar con un cheque sin contraprestaciones. "El estado no es un idiota que solo entregará dinero y no tendrá voz después de eso", dijo Carsten Schneider, diputado socialdemócrata, al diario Die Welt. En particular, descartó el pago de dividendos a los accionistas de Lufthansa si la empresa recibía ayuda estatal.
Todo se está llevando a cabo con el agua al cuello porque el director general de la compañía, Carsten Spohr, dijo que la aerolínea se aproxima a la insolvencia. Eso pese a que ya ha conseguido ayudas para Swiss y Austrian de los respectivos gobiernos de estos países.
Spohr dijo que Lufthansa está perdiendo hoy un millón de euros por hora, cada día, cada noche, cada semana.
Pero los directores de Lufthansa han advertido que sin dicha ayuda podrían declararse insolventes para beneficiarse de un período de gracia durante el cual podrían tratar de resolver las finanzas del grupo.
Eso podría significar recortes de empleos, especialmente dado que Spohr ha dicho que ahora hay 10,000 empleados de más debido al estado de las operaciones de Lufthansa.
Las autoridades suizas ya han acordado garantizar préstamos de hasta 1.200 millones de euros a Lufthansa, mientras que Austrian Airlines ha pedido al gobierno de Viena 767 millones de euros en ayuda estatal.
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