El anuncio del máximo accionista de EasyJet, Stelios Haji-Ioannou, de que está preparando el lanzamiento de una nueva low cost bajo la enseña ‘Fastjet’ que rivalice con EasyJet, ha despertado la desconfianza entre los analistas turísticos de la prensa británica.
Un primer motivo sobre que el anuncio de Stelios –cuya familia ostenta el 38 por ciento de EasyJet─ es un farol se debe que una aventura de esa envergadura solo puede fructificar con unas condiciones de mercado muy favorables y puntuales que en este momento no se dan en la aviación.
EasyJet y Ryanair crecieron fulgurantemente en la última década paralelamente a la eclosión que vivió la venta de billetes por internet, además de gracias al crecimiento económico registrado en los primeros años del nuevo milenio hasta 2008.
La facilidad para comprar aviones también es muy distinta ahora de cuando las dos principales low cost europeas empezaron a crecer vertiginosamente. Además, la industria aérea vivió en la pasada década una relevante desregulación que permitió el recorte de gastos en varios frentes, y no solo en los salarios.
En la actualidad, ningún de esos factores están presentes, sino que ahora la aviación europea “está saturada” y viviendo un nuevo proceso de concentración después de una primera ola que protagonizaron Lufthansa con Brussels Airlines, Swiss, Austrian, así como Air France con KLM, además de la reciente entre Iberia y British Airways para crear IAG.
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