Hasta de dos días: nuevo retraso de un vuelo desde Menorca

Dos días y 29 minutos. Ese es exactamente el retraso que sufrió un vuelo de TuiFly entre Mahón, en la isla de Menorca, y la ciudad alemana de Stuttgart, el 6 de octubre pasado. Este es el vuelo con el mayor retraso, según el registro de quejas que se acaba de publicar estos días en Baleares y que recoge las protestas de los usuarios de vuelos durante el año 2016.

Este de TuiFly es el más llamativo, pero no es el único: el 28 de agosto, el vuelo entre Palma y Nuremberg, de la compañía SunExpress Deutschland tuvo un retraso de 29 horas y 57 minutos. La misma TuiFly, el mismo 6 de octubre registró también en Menorca, un retraso de 27 horas y 50 minutos, en un vuelo a Dusseldorf. En los casos de TuiFly, los retrasos se atribuyen a la huelga de su personal, originada por el proyecto de fusión con Air Berlín, que fue posteriormente negociado.

Los retrasos, aunque no son la norma, suelen ser de mucha entidad cuando se trata de aerolíneas no regulares, que no disponen de flota alternativa para cubrir averías o imprevistos. En cambio, en los casos de líneas regulares, aunque tienen retrasos, es posible normalmente la colocación de los pasajeros en otros vuelos, con lo que la longitud del retraso termina siendo menor.

Según la norma europea en vigor, los pasajeros que tengan una cancelación, que no puedan volar por overbooking o que tengan un retraso aéreo de tres horas, tienen derecho a una compensación de 250 euros por persona, si el vuelo es de menos de 1500 kilómetros de recorrido, de 400 euros si este trayecto tiene hasta 3.500 kilómetros o de 600 euros su supera esta extensión.