Tenía que haber sido un invierno normal, que equivale a malo normalmente. Pero, sin embargo, ha sido el mejor invierno de la historia para Easyjet, que ayer se disparó en Bolsa, subiendo un 5 por ciento y alcanzando su máximo valor en dos años. Su nuevo director general, Johan Lundgren, se estrena ante la prensa económica con unos datos excepcionales, resultado de combinación de una serie de factores inesperados: crisis en Ryanair con un aluvión de cancelaciones, hundimiento y cierre de Monarch, competidor principal desde Gatwick, y crisis final de Air Berlin. Todo a favor de Easyjet.
Así, su facturación aumentó en lo que va de invierno en un 13 por ciento pese a que sólo incrementó su oferta de plazas un 5 por ciento. Lógicamente, esto se hace a costa de aumentar la ocupación que ya parece de Ryanair, llegando a superar el 92 por ciento.
Por lo tanto, los 505 millones de libras de beneficios, estimados al principio de ejercicio, han quedado desbordados no sólo por un ejercicio mejor sino, también, por la bajada del combustible. Así, pues, Easyjet se dispara en Bolsa.
Los expertos bursátiles coinciden en que “Easyjet se ha beneficiado de varios factores ajenos”, aunque al mismo tiempo su producto está en condiciones óptimas de competitividad. Sin embargo, el entorno económico de las aerolíneas sigue siendo complicado, sobre todo porque Ryanair está apretando mucho sus precios, para recuperar mercado.
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