Easyjet zozobra: pierde 1.200 millones de euros

Easyjet está a punto de hacer públicos sus datos financieros del último año y lo que se anuncia es tremendo: pérdidas de mil millones de libras, equivalentes a mil doscientos millones de euros. Los doce últimos meses de la compañía fueron absolutamente dramáticos, lo que sitúa a la aerolínea naranja en manos de posibles futuros compradores (¿se acuerdan de la oferta de WizzAir?) (Easyjet, interesante para Wizzair e IAG, asume su venta).

Medios habitualmente bien informados explicaron ayer en Londres que los directivos de la compañía aún tienen la esperanza de poder convencer a los accionistas de que son capaces de recuperar el terreno perdido tan pronto como sea posible y que ese momento está cerca. En comparación, recuerden que Ryanair, que también perdió dinero este año, ha tenido por primera vez un trimestre sin pérdidas, lo que indica el camino.

El gran problema de la compañía aérea naranja es su perfil de mercado. Easyjet se había situado estratégicamente entre las aerolíneas ‘legacy’ y las low-cost duras como Ryanair. Se posicionó fundamentalmente –no en exclusiva-- en el segmento business y en el tráfico entre ciudades. Su negocio era enlazar sobre todo las grandes ciudades y sobre todo para segmentos comerciales altos. Sus precios eran inferiores a los de las ‘legacy’, de manera que tenía un hueco. Pero esa es la parte del negocio que no se ha recuperado. El viaje turístico, en el que Easyjet conserva una presencia importante, sí ha mejorado, pero su núcleo central, no. Lo sufre la compañía naranja y todas las rivales que atacan el mismo segmento.

Al igual que hacen otras compañías, Easyjet ha dirigido toda su flota al vacacional. Este iba a ser el invierno de Canarias, si las convulsiones de la nueva variante del virus lo permiten. Igualmente, espera el renacimiento de Turquía o de Egipto, en busca de mercado.

Obviamente, lo peor que le puede pasar –no sólo a Easyjet, pero a Johan Lundgren, su director general lo de las demás no le preocupa-- es que el mercado quede paralizado por la emergencia de la nueva mutación del virus.

Este viernes, en medio de la crisis, las acciones de Easyjet cayeron un 14 por ciento. Pero las de Wizz Air y de IAG, el propietario de British Airways, rozaron el 18 por ciento.