Lo que está ocurriendo en los aeropuertos holandeses es particularmente llamativo porque si de algo tenía fama e historial el país era de eficacia en la solución de problemas. Lejos de ello, al caos que volvió a repetirse este sábado en Schiphol, se suma el del aeropuerto de Eindhoven, al sureste del país, mucho más pequeño, pero que también ha tenido colas que han provocado la pérdida de vuelos a los usuarios (Otro día de colapso en Schiphol, por la policía).
Según publicaron ayer muchos usuarios, las colas salieron del edificio por doscientos metros, obligando a los viajeros a estar mucho tiempo para acceder y perder así los vuelos. Decenas de personas han perdido los vuelos, incluso pese a que las aerolíneas, generalmente de bajo coste, retrasaron la partida.
En Eindhoven operan fundamentalmente compañías aéreas de bajo coste que huyen de Ámsterdam. Entre ellas está tanto Ryanair como Wizz Air, que no vuelan a la capital.
El sábado hubo largas colas en Schiphol, pero la razón aducida fue un súbito ataque de Covid en el personal. No consta si el virus también atacó al personal del aeropuerto de Eindhoven.
Paradójicamente, muchos de los viajeros afectados por las colas en Eindhoven eran pasajeros que hubieran volado desde Ámsterdam y que, precisamente, huyeron a Eindhoven para evitar el colapso del aeropuerto de la capital, encontrándose con la misma situación.
Y luego nos ponen verdes a los PIGS, a cada cerdo le llega su San Martín, Caos total y sin fácil solución.
La oficina de turismo de los Paises Bajos, va sustituir los tulipanes, los molinos de viento y sus extraordinarios quesos, por una fila plagada de pasajeros con sus maletas para acceder a un aeropuerto.
Con una postal así... cualquier ciudadano europeo sabra que hablamos de Amsterdan o Eindhoven.