El recrudecimiento del conflicto armado en Siria ha ocasionado que el petróleo alcanzara su nivel más alto desde noviembre de 2014 con el Brent superando los 73 dólares por barril. Este alza del crudo extenderá sus efectos sobre todos los sectores que dependen de los carburantes, como las aerolíneas, que probablemente trasladen esa subida a los precios de las tarifas.
Es una de las primeras reacciones que las compañías aéreas tienen cuando se manifiestan alzas de este tipo por conflictos bélicos o fluctuaciones del mercado que amenazan sus beneficios. El combustible representa entre el 20% y el 40% de los costes de las aerolíneas, por lo que cabe esperar que esta situación repercutirá en el precio de los billetes.
Recientemente, el director de Marketing de Ryanair, Kenny Jacobs, vaticinaba que ante una eventual alza del crudo, aerolíneas como TAP, Flybe, LOT y Norwegian serían las que más lo notarían en su actividad al no contar con suficiente cobertura (Ryanair señala a las 4 que sufrirán con el petróleo: TAP, Flybe, LOT y Norwegian).
El precio del petróleo viene protagonizando severas fluctuaciones en lo que va del conflicto sirio que comenzó en 2011, amenazando la estabilidad en Bolsa de las principales compañías aéreas, como en 2013 cuando IAG encabezó las pérdidas en el selectivo español, con un descenso del 5 % (La tensión en Siria dispara el petróleo y hunde en Bolsa a las compañías aéreas).
La IATA, en su informe de marzo, estima que el barril de Brent permanecerá sobre los 65 dólares al menos los próximos 12 o 18 meses, algo que afectará a los ingresos de las compañías que en los últimos dos años se han beneficiado de un bajo precio del combustible. Con todo, el lobby aéreo , que representa el 83% del tráfico aéreo mundial, prevé que la industria alcance un beneficio de 38.400 millones de dólares (32.570 millones de euros al cambio actual) en 2018, lo que supone un incremento del 11,3% con respecto a 2017.
Las lucro cesante en las empresas americanas, francesas o inglesas será compensado por el beneficio emergente (para las empresas de esta infame coalición) de la "reconstrucción" de Siria y su petróleo.