Es absolutamente excepcional que un país en el que todo está regulado y ordenado sea noticia por un despropósito. Pero esto es lo que está ocurriendo ahora mismo en el aeropuerto de Narita, uno de los dos que sirven a Tokio: no hay suficiente combustible para garantizar la operación aérea.
El aeropuerto ha admitido que la escasez de combustible de aviación ha supuesto que seis aerolíneas, todas ellas de Asia, y que operan 57 vuelos semanales, se hayan quedado sin poder repostar.
Akihiko Tamura, el máximo responsable del aeropuerto, dijo que “necesitamos incrementar el número de proveedores y hemos pedido al Gobierno que permita que entre queroseno de aviación directamente del extranjero”. Añadió que los proveedores habituales se han demostrado incapaces de atender la demanda.
El problema se genera por un fuerte incremento de la demanda que ha subido un 23 por ciento en relación al año pasado, según los medios locales. Adicionalmente, Japón está viviendo un boom turístico debido al bajo coste del yen en relación con otras monedas.
Eneos Holdings, el mayor refinador de petróleo de Japón, reconoce el problema y dice estar trabajando en la búsqueda de soluciones.
En Narita, en mayo pasaron 3,3 millones de personas, un 27 por ciento más que en el mismo mes del año pasado.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo