Era septiembre de 2021. Posiblemente uno de los peores momentos en la historia de Boeing: no estaba vendiendo aviones porque la autoridad americana estaba revisando sus modelos más populares y, por la crisis del Covid, era dudoso el retorno a la normalidad para un fabricante que arrastraba el terrible problema de dos aviones caídos por sus fallos en la fabricación (No sólo Boeing necesita de Ryanair).
Ryanair, el primer comprador de Boeing en Europa, estaba negociando un gran pedido del nuevo 737Max 10 y, de pronto, Michael O’Leary rompe las conversaciones diciendo, con su particular estilo, que en Boeing se han vuelto locos, que con los precios que piden desde luego no va a comprarles los aviones. “Nosotros podemos esperar”, añadió.
Como es obvio, nadie sabe qué precios pretendía conseguir Ryanair, pero hay quien especula con que ahora, cuando sí ha firmado la compra de 150 aviones de ese modelo y la opción de compra de otros tantos, ha aceptado como mínimo lo mismo que el fabricante le pedía en aquel momento. Airbus no quiso bajar los precios y, por lo tanto, Ryanair tuvo que volver a negociar, acosada por el problema que supondría que pierda muchos turnos en la cola de clientes y se retrase su expansión futura.
Los B737Max 10 tienen un precio oficial de 120 millones de euros que no paga nunca nadie. La cuestión, a partir de ahí, es qué descuento consiguió Ryanair, dando por hecho que cualquier pedido medianamente importante consigue una rebaja de precios del 50 por ciento (Ryanair cierra un pedido histórico de 300 Boeing 737 MAX).
“Cada vez que una aerolínea realiza un pedido, no se revela el precio de compra real. Las compañías afirman que obtuvieron descuentos muy importantes en relación con los precios de lista publicados, mientras que los fabricantes aeroespaciales argumentarán, por el contrario, que el nuevo contrato es ventajoso para ellos”, explica un analista financiero en la prensa de Irlanda.
Los especialistas se han atrevido a decir que Ryanair pagó cada avión a un precio que va desde los 38 a los 57 millones de euros, o sea con un descuento de entre el 71 y el 57 por ciento. Todos coinciden que se trata de un descuento mucho menor que el que buscaba en 2011, porque esta vez Ryanair tenía urgencia y porque el mercado se ha vuelto en favor de Boeing. Los pedidos están inundando nuevamente al fabricante americano, de forma que ya no tiene urgencia por ceder.
No obstante, Ryanair ha ganado. Si su alternativa era esperar, ha ganado. De hecho, la Bolsa así lo ha entendido al aumentar hasta un 7 por ciento el precio de las acciones, premiando la compra de los aviones.
Alex Irving, un especialista en el mercado, de Alliance Bernstein, declaró a la prensa de Dublín que “Ryanair ha perdido la batalla para pagar menos por avión en cada pedido posterior, pero ganó la guerra: el MAX-10 ofrece una ventaja de costo unitario considerable gracias a un menor consumo de combustible y una mayor cantidad de asientos”.
La compañía está ahora en 500 aviones y con los que acaba de comprar podrá superar fácilmente los 800 en el cambio de la década, lo cual no estaba asegurado si no compraba rápidamente estos aviones.
La ventaja de estos aviones es doble: 228 pasajeros en lugar de los 189 de la flota actual y, en segundo lugar, un consumo de combustible aún menor que los 8200 que está incorporando ahora, que ya mejoran los resultados de los aviones más antiguos.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
descuentos del 71%, con razón le compran esas chatarras a boeing, casi las regala a las aerolíneas.
Chatarras??
Y luego irás a mendigarles trabajo ….