El ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, no ha entendido cómo va el mundo digital. Ni el comercial, puestos a decir la verdad. A ver, todos podemos comprender a Bustinduy y tenerle cariño porque de alguna manera dice lo que dice mi abuela: “parece mentira que te cambien el precio de lo que compras”, “no puede ser que a mí me cobren más que a ti”, etcétera (Michael O’Leary viaja a Madrid para mofarse del ministro Bustinduy).
Bustinduy, si no fuera ministro, sería encantador. Podría publicar artículos costumbristas en la prensa, denunciando cómo han cambiado los tiempos, recordando qué bonito era cuando teníamos billetes en papel con varias hojas calcadas, etcétera.
Pero es ministro. Y por eso ahora ha acordado cambiar los algoritmos de las empresas para que no exploten las situaciones de necesidad. Lo que, de alguna manera, todos compartimos. Cuando nos va bien a nosotros, no cuando nos va mal.
Pero a ver ministro: ¿cuándo hay exceso de pimientos y el precio baja, acude usted al mercado y le pide al vendedor que le cobre un precio más caro porque no quiere abusar del sufrimiento de esos productores? ¿Va usted a Primark? ¿Por qué cree que Primark encuentra productos a esos precios? ¿Por qué piensa usted que sólo los pobres van a la vendimia?
Las empresas digitales trabajan dividiendo al público: cobran más a los que más pueden y menos a los que menos pueden. Es verdad: porque buscan sacar hasta la última gota de rendimiento. ¿Por qué también venden barato? Porque hay momentos en que tienen el producto y no hay comprador. Ministro: ¿por qué cree usted que yo voy a hacer un vuelo de 2.30 horas por apenas 14 euros en unos días? Porque seguramente el avión irá vacío. ¿Le preocupa a usted que yo abuse de esta situación?
En la pandemia, hice vuelos y me alojé en hotelazos a precios ridículos. Sólo usaba cochazos de Avis, porque no valían nada. ¿Me va a cuestionar que me haya aprovechado de la situación?
Pues bien: de igual forma que todos aprovechamos cuando nos va bien, las empresas abusan de que al bajar en ese mismo aeropuerto tengo que tomar un tren que tiene mucha demanda y a esa hora me cuesta 139 euros. Tres horas después vale 28 euros, pero a mí me acribillan porque no tengo más remedio, si quiero llegar a tiempo.
No vale quejarse de que abusen de mi estado de necesidad en un caso y no en el otro.
Todas sus ideíllas pueden terminar armando un lío colosal. A estos líos se sabe cómo se entra, pero después no se sabe cómo salir.
Qué artículo más desafortunado.
Al contrario. Está en lo cierto! En todo ! Vuelva usted a leerlo, si es preciso un par de veces. Hágalo en silencio, para entenderlo bien.
O sea que a usted le parece bien que, si va a sacar un billete con un amigo suyo, la compañía les ofrezca precios diferentes para el mismo trayecto porque la aplicación detecte, gracias a las cookies, que usted parece tener un mayor poder adquisitivo que su amigo...
Lea bien usted el artículo. Quizá no lo entendió… aunque no me parece difícil de leer.
Cuando lo haya leído y lo Entienda, entonces podrá dar su opinión, si es que la tiene. Y si su sentido común (si es que lo Tiene) se lo permite.
Pelun, deberías informarte de cómo las empresas tienen asignados ciertos mecanismos para implantar precios ficticios según que número de IP uses. Entonces podrás ver lo que el ministro y ggg tratan de informarte y de defender tus derechos aunque seas ignorante en el asunto.
Que un ministro comunista y apayasado defiende mis derechos ? JA JA JA. Está si que es buena!!!! Háztelo mirar, hijo del trueno (o lo que viene siendo pedo en mi tierra) y no hagas más reír!
Lo que el ministro quiere regular no es la ley de la oferta y la demanda. Es evitar que el 'algoritmo' detecte que me estoy quedando sin batería en el móvil y entonces me ofrezca precios más caros porque sabe que probablemente vaya a tomar una decisión rápida sin consultar otras cosas.
O que aplique unos precios diferentes en función del historial de compras o de la ubicación geográfica del comprador.
Y mil casos más ...
A ver, pues si crees que el Algoritmo se beneficia de ti, tendran derecho a hacer lo que le salga d ela barriga a las comercializadoras. Hay miles de plataformas e intermediarios. Enchufe el movil y pongase a buscar. Ciertamente vivimos en una sociedad de victimistas.
Efectivamente 'tu no entender'.
Parece que el Sr.ministrillo el día que explicarón en clase lo de que hay oferta y demanda no lo entendió o estaba ausente.Pero ojo que no le toquen su visá oro, ni el coche oficial. Eso no es negociable.Son así de hipócritas.
Esto no va de oferta y demanda. Va de 'extorsionar' a los consumidores. ¿Qué te parecería si en el bar pudiesen saber cuanta hambre y cuanta prisa tienes y te cobrasen el menú más caro que a los demás en función de esa información?
Pues eso es lo que se trata de evitar.
Artículo con argumento directo y con el
Tono que se merece! Sin duda me ha encantado, no solamente el mensaje sino la forma de expresarlo. Bravo por el redactor.
PS. Sería fabuloso que le hicieran llegar una copia al “señorito” al que va dirigido.
El ministro “ha acordado”, suponemos, con el beneplácito intrínseco de las Empresas implicadas; “cambiar el algoritmo” y de paso de pareja … por aquello del “efecto refractario o Coolidge“.
Si va a dar clases de fragmentación del Mercado y la demanda, desde el púlpito de la experiencia personal -para más inri, en Pandemia!!!- nunca olvide que a la postre es un simple consumidor, cliente, pasajero, etc y que las Regulaciones estan para proteger los Derechos del eslabón más débil frente a los abusos de las Corporaciones.