El joven brasileño de 24 años que murió hace unos días tras morder a un pasajero en un vuelo de Aer Lingus era un mulero. La autopsia ha revela que llevaba en su estómago casi un kilo de cocaína en 80 bellotas, lo que en el mercado habría alcanzado los 56.000 euros.
Según relatan varios testigos a The Iris Times, el joven se puso muy nervioso cuando no pudo avanzar por el pasillo ya que la tripulación estaba repartiendo café y té. Entonces, trató de avanzar por encima de los asientos y lo logró, pese a la oposición de algunos pasajeros, llegando hasta el baño.
Minutos después, una mujer portuguesa, que podría ser su acompañante, se acercó para preocuparse por él. Dos pasajeros que eran médicos se acercaron para tratar de ayudarle, pero el joven se puso nervioso y comenzó a gritar. Fue entonces cuando mordió a uno de ellos y poco después murió.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo